Nota por Hernán Panessi publicada originalmente en El Planteo. Más artículos por El Planteo en High Times en Español.
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Correr la maleza para trazar un camino. De aquello, un poco, se trata todo esto. Por eso, proyectos como el de Porro y Pelis, un sitio de reseñas de películas que probablemente no conozcas, destacan por su carácter valioso: allí hay data, ahí hay soluciones.
Desde octubre de 2018 que Lucas Sequino, estudiante de artes audiovisuales y fanático del cine, esgrime la noble tarea de recomendar películas para fumar churro.
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“La cuenta de Instagram fue creada principalmente para darle un hogar a las capturas de los fotogramas que saco de las películas que veo. Cuando hay diálogos interesantes o imágenes que quiero recordar, saco captura y lo archivo. Tengo un disco externo repleto de fotogramas de lo que fui viendo en aproximadamente los últimos 5 años. Soy algo así como un acumulador digital”, cuenta el responsable de Porro y Pelis a El Planteo.
Después, el joven fue soltándose en la escritura de reseñas y, a partir de allí, con este nuevo skill sobre sus dedos, empezó a mandarse unas recomendaciones más completitas. Porro y Pelis es, al mismo tiempo, un registro personal de su propia curaduría y una agenda de recomendaciones de películas “para ver fumado”.
Algo personal y algo colectivo
El feedback que se generó con la gente, dice, se convirtió en el principal motivo de la constancia de la cuenta. Hay un grupo de Telegram en el que siempre se arman charlas de todo y de nada. “Me acercó a mucha gente linda del ambiente artístico y es algo que se dio solo”, festeja.
“Me gusta que, sin tener una regla estricta de lo que subo, la gente me escribe y me dice ‘esta es una peli para Porro y Pelis’. Hay como un sello distintivo de lo que comparto y me encanta. Si bien yo decido cuáles son las pelis, lo siento como algo colectivo a su vez”.
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Para configurar sus recomendaciones, Sequino busca que los ejes centrales de las películas tengan tintes oníricos, surrealistas, psicodélicos o que, simplemente, experimenten narrativamente.
“Busco data de pelis de todos lados: libros, listas de Letterboxd, IMDb o recomendaciones que me hace llegar la gente. En Porro y Pelis no interesa cuántos premios ganó ni tampoco hago mucho foco en la carrera de los actores”, completa.
Porro y Pelis: películas para ver fumado
Con un estilo sencillo y dinámico, las recomendaciones hacen close-up sobre el contexto de la película, en aspectos visuales y en la trama.
Lo explica: “El arte está todo conectado entre sí. Es una gran red. Busco entre esas conexiones también: a qué autor, a qué canción o a qué pensamiento me llevó la peli. También trato de acercar la recomendación como si le estuviera contando a un amigo que no está súper familiarizado con el lenguaje cinematográfico ni su mundo”.
El ciclo de cine
Por estos días, el proyecto Porro y Pelis saltó el cosmos de los celulares y ya preparan un nuevo encuentro cinéfilo en el Cine Club Lucero. En la casa de María María, el ciclo de cine cannábico de El Planteo que hoy anda en stand-by, Porro y Pelis complementa y engorda el menú con Audition, el thriller de psicohorror japonés del maestro Takashi Miike.
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“Verla en pantalla grande la sube. Arranca como un drama romántico pero a medida que transcurre se va poniendo cada vez más podri”, se entusiasma. La de Audition será la séptima proyección de Porro y Pelis y, en breve, proyectarán Waking Life, de Richard Linklater, una rotoscopia que se enreda en temas filosóficos y existenciales.
Pistas para una cinefilia cannábica
Se queman los tronchos, vuelan las volutas de humo. Para Lucas, el cannabis forma parte de su vida cotidiana. Autocultivador desde hace aproximadamente 5 años (“A un nivel intermedio”, avisa), siempre está tratando de aprender un poco más entre cosecha y cosecha, intercambiando tips y consejos con otros cultivadores y perfeccionando los resultados.
“Es una actividad hermosa, y hace poco saqué el REPROCANN, así que estoy más motivado. Ahora voy a empezar con el famoso living soil y su proceso”, devela el agitador cultural.
¿Y cómo mecha a la marihuana con sus recomendaciones cinematográficas? “La marihuana eleva nuestros sentidos y percepciones y el cine es un universo inmenso que puede nutrirnos de ideas, experiencias y revelaciones”.
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En sus reseñas, Sequino juega a algo que llamó “Al Bong”, un bong imaginario donde introduce diferentes elementos que va encontrándose en la película, ya sea un gag sonoro o visual, alguna metáfora o referencia cultural.
“Me hace acordar un poco al libro de ¿Dónde está Wally?, que además de buscar a Wally, en la parte de atrás, tenías diferentes situaciones para que también busques. Más allá de la selección de películas que hago para Porro y Pelis, siento que cualquier peli es una invitación a darle unas secas”.
Proyectos y más proyectos
En la actualidad, Sequino está dándole forma a un canal de YouTube con el que expandirá su contenido y lo llevará al formato audiovisual. Además, está cocinando un newsletter con el que conversará sobre cine y porro con diversos artistas y talentos. Y sueña, incluso, con armar su propio festival de cine o concurso de cortometrajes.
“Y, por supuesto, quiero buscar más espacios para armar proyecciones, mi grano de arena para que el cine esté en las calles”, cierra.
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